domingo, 22 de febrero de 2009

LA NUTRICION DE NUESTROS NIÑOS Y NUESTRO FUTURO

Editorial de la Revista de La AMA del Dr. Oscar A. Machado Presidente del Comité de Pediatría .

Nutrición

Observamos la aparición de un fenómeno imposible de imaginar en nuestro país, hasta hace muy poco tiempo, cuya semiología clínica es médica, pero su etiología tiene un trasfondo social, económico y de mala distribución de riqueza, a veces con característica de corrupción. Se presentan como severos cuadros de desnutrición y hambre en nuestra población de niños, adolescentes y adultos, con un severo aumento de la mortalidad infantil en los recién nacidos y lo que es mas grave aún, un notable aumento en la mortalidad materna, que es uno de los indicadores de pobreza más importantes en Salud Pública en países en vías de desarrollo. Las estadísticas que disponíamos en nuestro país y sobre las cuales se implementaban políticas de salud y prevención de enfermedades, se han visto superadas en forma alarmante en los últimos meses, y cambian el mapa de enfermedades prevalentes en nuestra población, dejando de ser una emergencia sanitaria para transformarse en desastre en algunas provincias por la cantidad de víctimas que aumentan la morbimortalidad infantil, por el fracaso de esas políticas de salud, falta de recursos y voluntad política.Sigue.. A los alarmantes signos y síntomas de la desnutrición como patología visible en distintos grados de evolución, se agrega el pronóstico futuro de la alteración, del desarrollo neurológico de nuestra población y alteraciones en el crecimiento físico. El desarrollo del cerebro humano, alcanza un alto grado de complejidad durante el periodo postnatal, y es el momento de mayor riesgo para el mismo ya que los daños surgidos por la desnutrición aguda o crónica en los primeros meses de vida no podrán ser corregidos o revertidos.Un niño con bajo coeficiente intelectual tiene un alto pronóstico de fracaso escolar, ya que presenta déficit cognitivos, relativo a su capacidad de resolver problemas, desarrollar y efectuar planes y obedecer reglas sociales, con un alto porcentaje de fracaso en su reinserción social y laboral, con un alto índice de violencia social e institucional.Las necesidades sociales que vive nuestro país son siempre un caldo de cultivo para generar violencia, hacinamiento, falta de controles de salud, educación, la marginalidad social, falta de inmunizaciones para la prevención de enfermedades y la violencia intrafamiliar son un elemento biopsicosocial que acompaña a la pobreza. Con respecto al desarrollo prenatal tan íntimamente ligado al embarazo adolescente, que se ve agravado por la falta de nutrientes, como el hierro, ácido fólico y vitaminas y minerales esenciales para el crecimiento intrauterino, prevención de anemias y lesiones neurológicas con el consiguiente deterioro de la gestación, alto riesgo de parto prematuro, desnutrición fetal y bajo peso, que se repetirá a partir de este momento en forma generacional, mientras no se modifiquen las situaciones sociales y económicas, con un alto costo en la Salud Pública, y lo que es peor aún, la disminución de la calidad de vida de nuestros habitantes. Si consideramos que el 55% de nuestra población, 20 millones de personas, que representan 2.816.000 hogares bajo la línea de pobreza, según dato del INDEC; y que 7 de cada 10 niños, nacen en hogares empobrecidos y que 4 de ellos crecerá en la indigencia y con factores de riesgo social según los datos oficiales, y teniendo en cuenta que un alto porcentaje de nuestra población esta por debajo de la mayoría de edad, tendremos que afrontar un futuro en que nuestra clase dirigente, política, docente y económica estará por debajo de sus posibilidades intelectuales para encarar la reforma política, económica y de proyectos de salud que nuestro país reclama.La Asociación Médica Argentina y el Comité de Pediatría, junto a todas las Sociedades Científicas que la componen, en cumplimiento de sus objetivos comunitarios y sociales, se comprometen a colocar toda su estructura científica, ética, moral e intelectual a revertir este proceso de oscurantismo, dolor y graves alteraciones en la salud de nuestra población, en especial en el grupo etario más joven, que según la Convención de los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 20 de Noviembre de 1989, aprobada por 181 países, incluido el nuestro, que la convirtió en ley el 27 de Septiembre de 1990 y fue incorporada al texto de la Constitución Nacional Argentina.Los profesionales de la Asociación Médica Argentina, sabemos de que hablamos, cuando nos referimos a los Derechos del Niño y de toda la población en riesgo social. Proponemos un sólido trabajo interdisciplinario, de consenso, ético, con políticas de salud que elaboraremos junto a otras Sociedades Científicas intermedias para mejorar la calidad de vida de nuestra población infantil y de todos los argentinos, instaurando el concepto global de la salud.Dr. Oscar A. MachadoPresidente del Comité de Pediatríahttp://www.ama-med.org.ar/publicaciones_revistas3.asp?id=35

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